Se conocen unas 500 especies diferentes de colibríes, y en cada una de ellas varía el tamaño, peso y color de su plumaje, que es muy llamativo por sus colores tan vivos y brillantes. Las hembras suelen tener los colores más apagados que los machos. Se destacan del resto de las aves por su agilidad al volar y su pequeño tamaño que va desde los 5 hasta los 20 centímetros.
El más pequeño de los colibrí es el zunzuncito que vive en Cuba, mide 5 centímetros incluyendo su cola y su pico, y llega a pesar unos 2.5 gramos.
Los colibríes tienen un corazón enorme, que late a 1.000 pulsaciones por minuto, para poder bombear sangre con rapidez y enviar energía a sus músculos. Ya que el colibrí gasta mucha energía durante sus vuelos, deben procesar la comida con rapidez.
Aletean unas 200 veces por segundo, alcanzando velocidades de 80 km/h.
Algunas especies de colibríes vuelan grandes distancia en busca de néctar. Necesitan de 1.000 a 2.000 flores al día para satisfacer su consumo energético.
Los colibríes son muy territoriales y a la hora de defender su territorio, se vuelven muy agresivos, a pesar de su tamaño. Gracias a su rapidez al volar pueden atacar a peligrosos animales como la serpiente, a las cuales las ataca picando sus ojos con su largo pico.
Algunas especies de colibrí son: el colibrí caribeño gorgimorado, coqueta verde, mango gorginegro, el colibrí picoespada, el colibrí gigante, el colibrí admirable, el colibrí rufo, el colibrí gorgirrubí y el colibrí chivito.
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